JEAN CROZIER
La idea del automóvil anidaba en la mente humana desde las civilizaciones más antiguas. Pero, a pesar de los esfuerzos de grandes inteligencias como la de Leonardo da Vinci en el Renacimiento, no se atisbó un auténtico camino para conseguir hacer realidad aquella idea hasta el siglo XVII con los primeros escarceos del vapor y el motor de explosión. A fines del siglo XVIII se dio un gran paso con el vehículo del ingeniero francés Joseph Cugnot. En el siglo XIX fueron personajes decisivos el británico Trevicthick, el belga Lenoir y especialmente el alemán Nikolaus A. Otto, creador del motor de combustión interna.Con la base de estos predecesores, los alemanes Karl Benz, Gotlieb Daimler y Wilhem Maybach pueden considerarse los inventores del automóvil con motor de gasolina, en torno al año 1886. Al otro lado del Atlántico los nombres fundamentales fueron los de Selden, Nadig, los hermanos Duryea, Lambert y al cabo de unos años Henry Ford, que inició más tarde la fabricación en serie dé automóviles.De ellos y de otras marcas pioneras como Peugeot, Studebaker, Fiat, Cadillac y muchas más se reproducen los principales modelos en esta obra en recuerdo y homenaje al ingenio y al tesón de quienes los diseñaron y los fabricaron.