ANGEL CAMPOS
La edad de oro de nuestro automovilismo deportivo no hubiera existido sin la dedicación de unos mecánicos reconvertidos en auténticos preparadores que consiguieron hacer de los utilitarios que circulaban por nuestras carreteras, auténticos automóviles de competición.
Los talleres Scratch, Movi, Juncosa, Brunells, Arnalot, Flash-Montléry y algunos más, junto con los protagonistas al frente de aquelloas empresas, se recogen ahora en este libro como justo homenaje a su labor en aquellos años.